sábado, 7 de febrero de 2009

2. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO

La producción de mercancías es una de las posibles formas de la vida económica que domina la edad moderna. La mercancía es todo lo que se produce para el cambio. Así, la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Las ocupaciones de las que se debe ocupar la economía política no son únicamente cuantitativas (relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías) también son cualitativas (carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía). Estos son el problema del valor cuantitativo y el problema del valor cualitativo. Ambos elementos están incluidos en la teoría del valor de Marx.

- Valor de uso: Toda mercancía consta de características: el de valor de uso y el de valor de cambio. El valor de uso expresa la relación entre el consumidor y el objeto consumido.

- Valor de cambio: Es una relación cuantitativa entre cosas o entre mercancías. El trabajo tiene un carácter social por el acto de cambio, es decir, el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales que trabajan en una sociedad basada en la división del trabajo.

- Trabajo y valor: El trabajo tiene dos aspectos: uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce. Todo trabajo es un gasto de fuerza humana y en su carácter de trabajo crea y forma los valores de las mercancías.

- Trabajo abstracto: El trabajo abstracto es el “trabajo en general”, es lo común a toda actividad humana productiva, es el producto de las diferentes clases de trabajo. Esta es una abstracción que pertenece a la esencia del capitalismo, debido a la gran movilidad del trabajo que existe en la sociedad capitalista.

- La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor: El trabajo abstracto es la sustancia del valor. Todas las mercancías son valores y trabajo abstracto materializado (absorben una parte del total de la fuerza de trabajo disponible de la sociedad). El trabajo abstracto se puede medir en unidades de tiempo, así, el valor es el resultado de la conexión que existe entre un artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiera para producirlo (tarea central de la teoría del valor cuantitativo).

- El carácter fetichista de las mercancías: El origen del carácter fetichista de las mercancías es el carácter social del trabajo que produce esas mercancías. Este carácter social del trabajo sólo aparece en el acto del cambio. Con el capitalismo se produce la materialización de las relaciones sociales y la despersonalización de las relaciones productivas, es decir, el productor individual sólo se relaciona con los demás a través del “mercado”, donde los precios y las cantidades vendidas son las realidades sustanciales y los individuos sólo son sus instrumentos. Es un estado de sociedad en el cual el proceso de producción domina al hombre

3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

Sweezy parte de la idea de que en toda sociedad, es fundamental que el trabajo sea aplicado a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad (por tanto, lo que cambia en el curso de la historia es la forma de organizar y llevar a cabo estas actividades). La necesidad de distribuir el trabajo social en proporciones no puede ser eliminada por la forma particular de la producción social, sino que sólo cambia la forma que asume. Así pues la forma mediante la que esta división de trabajo opera se manifiesta en el cambio privado o valor de cambio de los productos. La labor de la teoría del valor cualitativo fue descubrir las implicaciones de esta forma de producción (en términos de relaciones sociales y conciencia social) ya que el estudio del valor de cambio mismo es sólo el comienzo de la ciencia económica y no su objetivo último.
Para Marx, es clara la existencia de una correspondencia estricta entre las proporciones tanto del cambio como de las proporciones del tiempo de trabajo. Así pues, cuando determinamos el valor no debemos tener en cuenta más trabajo que el socialmente necesario. El trabajo más cualificado que el trabajo simple, debe tener correlativamente una mayor capacidad de producir valor; Entonces, la relación entre ambos tipos de trabajo es en teoría sensible de medición independientemente de aquellos valores de mercado de sus productos. Cumpliendo la regla de que la superioridad del más diestro se manifiesta independientemente de la línea de producción en que pueda ser empleado. Por otro lado, si la diferencia entre dos obreros es por cuestión de entrenamiento, quiere decir que el obrero emplea de una manera indirecta parte del trabajo de sus maestros y no sólo su propio trabajo. Estas diferencias, en la práctica, pueden ser posiblemente el resultado a un conjunto de diferencias tanto en el uso de la habilidad y del entrenamiento. Marx hizo notar que las diferentes proporciones en que diferentes clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado como su norma son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y por consecuencias, parecen ser fijadas por la costumbre.
Contrariamente, aquellos críticos de la teoría del valor de Marx, mantienen que la reducción del trabajo calificado a trabajo simple, implica el razonar de una manera continua. Para Paul Sweezy debe existir siempre una fuerte relación de cambio que ha de ser muy estable entre los productos, ya que si no fuera así se produciría un desequilibrio pronunciado. Por ello, tanto la oferta como la demanda están equilibradas únicamente cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla (o a la inversa); se establecerán precios proporcionales a los tiempos de trabajo sólo en caso de que las fuerzas competidoras de la oferta y demanda puedan trabajar libremente. Entonces, la relación existente entre demanda y oferta, explica por una parte las desviaciones de los precios de mercado, y por otra, la tendencia a hacer fluctuar estas desviaciones, es decir a suspender el efecto de la relación de demanda y oferta. El precio de mercado de una mercancía, coincide con su valor real en el momento en que oferta y demanda se equilibran mutuamente y cesan de actuar.
Centrándonos en el valor de uso de las mercancías individuales el autor nos habla que, depende de la necesidad particular que cada una satisface; Por otro lado el valor de uso de la masa social de productos, depende de la medida en que satisface en cantidad, una necesidad social precisa de cada clase particular de producto. Por lo tanto, podríamos considerar a la necesidad social como un factor que determina e influye en la cantidad de trabajo social que deben proveer las diversas esferas particulares.
Cuando examinamos el reconocimiento que Marx hacía tan claramente hacia el rol que juega la demanda a la hora de adjudicar el trabajo social, se nos plantean dos preguntas principales: Primeramente ¿Por qué le destinó tan poca dedicación a su teoría? Y segundo, ¿por qué no elaboró una teoría, concretamente, de la opción de los consumidores?
Antes de responder a las preguntas debemos tener en cuenta previamente dos razones: Lo primero es que bajo el capitalismo la demanda efectiva es únicamente una cuestión dependiente de las necesidades poseen los consumidores. En el segundo lugar se encuentra la cuestión principal relacionada a la distribución del ingreso; No olvidemos que la demanda social se ve condicionada las relaciones mutuas existentes entre las diferentes clases económicas y sus posiciones económicas relativas.
Podría explicar esto con más claridad diciendo que, primero por la proporción entre la plusvalía total y los salarios. Segundo por la división de la plusvalía en sus diversas partes. Para Marx los gustos de los consumidores juegan un papel importante a la hora de determinar la asignación de los esfuerzos productivos. Ello es debido a que afirmaba que las necesidades son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de las sociedades; por lo tanto lo que determina la conciencia de los hombres es su existencia social.
Paul Sweezy afirmará en lo relacionado con la ley del valor de Marx que ésta resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías a las cuales regula. Estas serán: primeramente las proporciones del cambio de mercancías, seguido de la la cantidad producida de cada una y finalmente la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción. Por ello, una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos sería la condición básica para la existencia de una ley del valor (Siendo esta última en esencia una teoría de equilibrio general). En lo referente a la ley interna del mercado Sweezy mantendrá que se cumple meramente por medio de la competencia entre los productores, por la presión mutua de uno sobre el otro, mediante la cual se equilibran las diferentes desviaciones; la ley del valor ejerce aquí su influencia, manteniendo el equilibrio social de la producción entre las fluctuaciones accidentales. Así la ley del valor pierde su importancia, el principio de planeación le sustituye, en la economía política de una sociedad socialista la teoría de la planeación debiera ocupar la misma posición básica que la teoría del valor en la economía política de una sociedad capitalista.
Según Marx el precio, entonces, es tan sólo el término y expresión monetaria del valor (más tarde en su obra aparece luego el término precio de producción).
Afirma que la demanda alcanza un especial y característico significado, debido a que el control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Por otra parte el autor señala que las relaciones de valor cuantitativamente son perturbadas por el monopolio (las relaciones del valor cualitativo). Podríamos mantener, por tanto, que el monopolio no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías. Entonces a pesar de encontrase bajo ciertas condiciones de monopolio, podemos seguir calculando y comparando mercancías o conjuntos de las mismas en unidades de tiempo de trabajo.

5. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.

El capítulo comienza describiendo una teórica situación económica estable y sin acumulación de capital, llamada “Reproducción Simple”. La producción se divide en dos amplias categorías:
- Producción de medios de producción y producción de artículos de consumo, y estos últimos, en otras dos categorías (artículos necesarios para la vida y artículos de lujo). Esto es la oferta total de mercancías.
- Por otro lado, los ingresos están formados por tres categorías: ingresos que el empresario deberá invertir en medios de producción, plusvalía y el salario. Esto se considera la demanda de mercancías.
Para que este sistema sea estable, el capital constante usado debe ser igual a la producción total de la rama de bienes de producción, por lo que el capital usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción. Ambas ramas deben interaccionar entre ellas para equilibrar la balanza, cuando el capital variable y las plusvalías de la primera rama sean iguales al capital constante de la segunda, estableciéndose un equilibrio entre la suma de la oferta y la demanda.
Pero la realidad es bien distinta, y el empresario que gasta todos sus ingresos se convierte en la realidad en un empresario que acumula capital. El capital que acumula lo reinvierte para obtener más plusvalía, volver a invertirlo y así sucesivamente. A este modelo se le llama “Reproducción Ampliada”. El éxito en la sociedad capitalista consiste en aumentar el capital propio. En contraste con la “Reproducción Simple”, mostrando la interrelación entre la oferta y la demanda cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes: una que consumen los capitalistas, otra que se agrega al capital constante y otra que se suma al capital variable. En consecuencia, la acumulación conlleva a un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. El aumento de demanda implica un aumento en el precio de la mercancía, lo que produce una desviación del precio respecto del valor. Si en el primer caso la fuerza de trabajo se vende en su valor, ahora ya no hay igualdad entre fuerza de trabajo y salarios.
Marx introduce en concepto de “ejército de reserva” o “población excedente relativa” para referirse a los obreros desocupados, que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo ejercen una presión constante hacia abajo, en el nivel de salarios. El empresario ha podido sustituir empleados por máquinas, para reducir el salario. Por tanto, gran parte de este sector está formado por los que han sido desplazados por las máquinas.
Un estallido de acumulación de capital puede ser el resultado de una apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. Es en estos casos cuando el ejército de reserva se vacía y desaparece el obstáculo que frena el alza de los salarios. Pero en cada período de crisis, (eliminación de trabajo) se vuelve a reconstruir el ejército.
Según las teorías clásicas, los salarios se regulan según factores externos al sistema (población). A estas teorías, Marx incluye el empleo industrial y al ejército de reserva. Lo que en definitiva viene a explicarnos Sweezy en este capítulo, es que según Marx, el ejército de reserva está formado mediante las innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, y gracias a este, puede sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene. Además, a este respecto Sweezy destaca la idea errónea de suponer que la acumulación o la introducción de las máquinas para ahorrar trabajo marche a un paso igual, como para mantener un equilibrio entre los salarios y la plusvalía.

ADIÓS CON EL CORAZÓN

Con motivo de los examenes y trabajos de última hora, que siempre te pilla el toro, aunque lleves 6 años diciendo: "Esto es la última vez que me pasa", pues no, que sepais todos que eso se llama autoengaño y que no se aprende. Bueno que he estado en este periodo de vida que les dices a tus amigos y familiares y a todo el que se te ponga por delante: "Que se pare el mundo, ¡estoy de examenes!". Y ahora, que tengo un poquito de tiempo he decido adjuntar los resumenes de Sweezy, que hicimos entre todos los miembros de mi grupo de trabajo, y con las cuales hemos aprendido bastante de capitalismo y de Marx (o al menos eso creemos).
También quiero felicitar a todos los chicos y chicas de mi clase, que expusieron muy bien, y algunos fueron realmente originales. Me encantó ver que se puede trabajar en equipo, sobre todo cuando se dispone de tiempo dentro de las horas de clase, y cuando son temas que elegimos nosotros, y no asuntos que no despiertan ningún tipo de interés, ni mucho menos esa pasión por la investigación.
Aprendí mucho de todo el mundo, escuchando a mis compañeros, hablar sobre la vivienda, el trabajo precario, la economía sumergida, la India, la China, todas las exposiciones fueron interesantes.
Además aprendí mucho con mi grupo que les regalo un ¡OLE! por ser tan majetas y trabajadoras.
En definitiva, valoración del curso muy positiva, recomiendo esta asignatura (y no es por hacer la pelota a Roberto) sino porque la oferta de tercero es más bien lamentable, profesores catedráticos, que no se implican nada con los alumnos y se dedican a releer los apuntes amarillos que hicieron cuando pasaron a formar parte del profesorado de la universidad. Esta es una clase interactiva e interesante. Así que futuras generaciones de sociologos, tened paciencia en tercero que no es el mejor curso...
Un abrazo cariñoso a toda mi clase,
Ana